«Emocionarte. La doble vida de los cuadros» de Carlos del Amor

Visitar un museo es uno de los mayores placeres que puede experimentar el ser humano. El ojo busca información investigando cada detalle plasmado por el artista. Cuando percibimos determinados estímulos, se activan una serie de reacciones orgánicas en nuestro cerebro que hacen que sintamos emociones como alegría, asco, tristeza, miedo, ira y así, un amplio abanico de sensaciones que van modificando nuestro estado de ánimo y comportamiento. Mediante el arte, nuestras emociones se hacen más intensas y profundas. El lenguaje artístico es universal y nos permite interpretar el pensamiento del artista dejando libre la imaginación para recrear acontecimientos que traspasen el lienzo. Cada obra de arte es un mundo determinado en el que podemos volar a través de los colores y texturas para darle un enfoque personal y único. Porque un cuadro no es solo el reflejo de la realidad que nos muestra, es también una fantasía diferente en cada espectador que lo observa.

Carlos del Amor nos conduce a través de este recorrido pictórico, por un laberinto donde las aventuras cabalgan la historia, mostrándonos sus diversas facetas e involuciones. Es un libro que hay que leer poco a poco, paladeando su contenido, admirando cada renglón escrito con maestría en un ensayo que nos muestra 35 obras de arte de diferentes épocas, con un estilo literario cercano, profundo y seductor. Cada obra se nos presenta con un relato, a modo de introducción, que va recreando la escenografía y llenándola de creatividad para mostrar un contenido, que va más allá de lo que el ojo humano puede ver. Relato y pintura confluyen en una dimensión temporal en la que la palabra se pasea por la historia de forma breve, concisa y evocadora. A cada cuadro le ha asignado una parte inventada y otra real. Esta última nos aporta curiosidades y datos muy interesantes para conocer al artista y su obra.

Emocionarte. La doble vida de los cuadros, es un libro didáctico con el que conocer de forma amena, diferentes cuadros enmarcados en su época, en un recorrido histórico que va desde el s. XVII al s. XX. Desde una perspectiva cómoda y sencilla estimula a seguir descubriendo el mundo del arte, sin olvidar la pintura femenina de una época en que esta profesión no era bien vista por la sociedad. Una aventura llena de emoción que desemboca en puntos distantes que convergen en múltiples colores. Y para despedirnos no hay nada mejor que un abrazo para dejar atrás la oscuridad y acortar distancias. Porque como dice el autor: «un abrazo es sellar la paz si ha habido guerra o un acto que sirve para celebrar la paz de vivir sin guerra». Os deseo feliz lectura.

Teresa Sánchez

Premio Espasa 2020

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